A UN PASO DE LO DESEADO!

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Mazù

martes, 28 de diciembre de 2010

HABLEMOS DE MORDIDAS...

Bueno comparto con todos ustedes un trabajo que elaboré hace un tiempo. Espero que no los aburra, el que se aburra, es porque realmente no tiene ansias de aprender sobre el porque este animal es como es ;-)

HABLEMOS DE MORDIDAS 

Por Diego Palomino
Fuentes:
Apuntes de Werner Kirschbaum sobre el Dogo Argentino:Experimentado juez internacional All breed argentino,
Especialista de 20 razas de la F.C.I.  Considerado un experto en diferentes aspectos de la cinofilia.
Trabajos de Antonio Nores Martínez sobre la conformación del Dogo Argentino: Creador de la única raza autóctona, el Dogo argentino.
Articulo de Amalio Lasheras “Tipos de moridas y su funcionalidad”:Reconocido cinofilo español, muy relacionado con la raza Schnauzer y American Staffordshire Terrier.

Gráficos: Diego Palomino



“La mejor es pinza, para mi el prognatismo, no hay discusión; es la tijera”
Estos comentarios siempre se dan cuando hablamos de los distintos tipos de mordidas que existen dentro de la raza. Pero en la practica, ¿Influyen realmente estos factores?, ¿Qué otros puntos se deben considerar para lograr una mordida potente? Espero mediante este compendio de información sobre los distintos tipos y las particularidades de cada uno aclarar un poco el panorama.


Me gustaría para comenzar el artículo delinear unas breves definiciones sobre los distintos tipos de mordidas:

  • Tijera: Los incisivos de la mandíbula inferior quedan ajustados por detrás de los de la mandíbula superior.
  • Tenaza: Los incisivos superiores se apoyan totalmente sobre los inferiores. Es un intermedio entre tijera y prognatismo.
  • Prognatismo: La mandíbula superior se encuentra retrasada respecto a la mandíbula inferior. Los caninos no se cruzan en tijera, sino que quedan separados en mayor o menor grado según sea de exagerado el retraso de la mandíbula.
  • Enognatismo: La mandíbula inferior se encuentra retrasada respecto a la superior, es un defecto tanto más grave cuanto más acentuado sea. Es lo contrario al prognatismo.
Ahora que tenemos un panorama de cómo es la oclusión de cada mordida, veamos que nos dicen los distintos estándares de la raza (A.D.B.A, U.K.C. Y F.C.A.) Sobre que tipo de mordida es la mejor y cuales son las que no clasifican como tales.
A.D.B.A. dice:
“Los dientes incisivos deben encontrarse en el frente en una mordedura del tipo tijera.
Faltas: enognatismo o prognatismo hasta el punto que los colmillos no quepan firmemente juntos”.

U.K.C. dice:
“El American Pit Bull Terrier tiene un sistema completo de dientes uniformemente espaciados, blancos, que satisfacen en una mordedura de la tijera.

Avería: Mordedura nivelada (pinza).

Averías serias: Enognatismo, boca torcida, prognatismo.”

Y la F.C.A. dice:
“Preferentemente la dentición completa, con dientes bien nivelados y blancos. Se prefiere mordida en tijera”.
La F.C.A. en el inciso “Descalificaciones” cita al enognatismo como falta descalificatoria.                        
Luego de leer e interpretar a los distintos estándares de la raza, los norteamericanos y el argentino, podemos notar que los tres coinciden en cuanto a que la mordida tipo tijera es la mejor para la raza, también coinciden tanto el de la A.D.B.A. como el del U.K.C. en que el prognatismo y el enognatismo son faltas, diferenciándose el U.K.C. de la A.D.B.A. que coloca al prognatismo como falta seria, la A.D.B.A. solo como falta, marcando que esto solo será así cuando el prognatismo sea pronunciado, no hace mención del cierre en pinza, pero da a entender que este y digamos, la tijera invertida (prognatismo leve) serían admisibles. En la redacción argentina, encontramos una descripción un poco vaga de la mordida, ya que solo dice que la tijera es la que se prefiere, pero no cita ni al prognatismo ni a la pinza como admisibles ni como falta, solo cita más adelante al enognatismo como descalificatoria. 


¿Qué se necesita para que un perro posea una presa y mordida excelente y potente?
A mi entender son tres temas los que tenemos que analizar para poder conformar lo que sería una mordida ideal para el Pit Bull Terrier, que son enunciados a continuación, según su importancia:
  1. Capacidad psíquica; aptitud y actitud mental para realizar una mordida potente.
  2. Conformación óseo / muscular potente para accionar la mordida de la forma más poderosa posible.
  3. Sistema óptimo de oclusión dentaria.

A continuación las justificaciones de la importancia de cada apartado.

  1. Capacidad psíquica; aptitud y actitud mental para realizar una mordida potente
Considero a este punto el más importante debido a que sin el “deseo”, sin la ambición de realizar cualquiera sea la acción, en este caso la mordida, no existe posibilidad de éxito en el cometido. Por más que poseamos un perro con excelente mecanismo muscular y mandibular, pero que no posee el deseo de morder fuerte, no nos va servir de nada su corrección física; si por el otro lado tenemos a un perro con un sistema óseo-muscular no del todo ideal, pero con una terrible ambición de morder, esta compensaría toda incorrección que el mismo posea, ahora bien, si tenemos la suerte de poseer un perro con un sistema físico de excelencia (óseo-muscular) y con la avidez de morder fuerte, estaremos ante un animal con una mordida devastadora. Esta característica mental es la que diferencia (a mi parecer) al A.P.B.T., y luego a las razas de “presa”, de las otras variedades caninas, ya que aparte de su conformación craneal diseñada para este cometido (el morder fuerte) lo que más importancia tiene es la ambición transmitida de generación en generación para morder fuerte (crianza selectiva).
Una muy buena frase que resume este inciso es una que dijo el famoso criador de la raza, Earl Tudor, la cuál dice así:
“Mis perros muerden fuerte porque QUIEREN, no porque pueden”


2.    Conformación óseo / muscular potente para accionar la mordida de la forma más poderosa posible
Para que la mandíbula realice la presión de la forma más potente y eficaz posible tenemos que considerar aparte de los antes citados, dos puntos de gran importancia;
La conformación ósea en las razas del tipo de “presa” es una característica que las hace resaltar de los otros grupos caninos, esto se da por la estructura craneal de este tipo de perro. Para hablar sobre el funcionamiento óseo – muscular de la mandíbula, quisiera reseñar al Dr. Nores Martínez* –creador del Dogo argentino-, describiendo como funciona la mandíbula: “La mandíbula inferior, al cerrarse, trabaja como una palanca de tercer genero, cuyo punto de apoyo se encuentra en la articulación cóndilo-temporal, la potencia en el ángulo de la mandíbula, donde se insertan los músculos masticadores (masetero, temporal, etc.) y el borde dentario viene a ser el lugar de resistencia; de manera que mientras más cerca este la potencia de la resistencia, más fuerte es la palanca, y si se alarga, más débil.”. Cuando Nores habla de que cuanto más cerca se encuentre la potencia de la resistencia, más fuerte es la palanca y si se alarga es más débil, nos quiere decir que la relación ideal cráneo – hocico debe estar entre 1:1 o 3:2, o sea, el largo del hocico lo más cerca posible al largo del cráneo. Esto nos va a garantizar una mordida  balanceada entre potencia y resistencia. También nos encontramos con que el cráneo debe ser ancho, lo necesario para poder albergar a los músculos maseteros y para que la mandíbula tenga la superficie necesaria para ejercer la mayor palancada posible.
Otro punto importante en la conformación ósea, es la de presentar un hocico fuerte, es decir, un hocico con buena profundidad y ancho, lo que le va a proporcionar al animal solidez necesaria a la hora de aplicar la potencia.
Los movimientos de la mandíbula durante la masticación son complejos y en ellos intervienen a efectos kinesiológicos gran cantidad de músculos, pero a efectos prácticos solamente no interesan dos grupos: los maseteros, a ambos lados de la mandíbula, y los temporales, situados en la parte superior del cráneo. Ambos músculos acomodados simétricamente en ambos lados de la cabeza.
Por otra parte la fuerza que ejerce un músculo depende directamente del número de fibras musculares, es decir: del grosor.
Los músculos temporales tienen a este respecto una limitación física muy clara: que tienen que pasar a través de la fosa temporal y el diámetro de esta marca el máximo grosor que puede alcanzar.
En el Pit Bull Terrier, los arcos cigomáticos que constituyen el límite lateral de cada una de las fosas temporales están muy separados, no obstante estos músculos no son los responsables máximos de la fuerza de la mandíbula, puesto que este carece de cresta sagital en el centro de la cabeza.
En cambio las ramas laterales ascendentes de las mandíbulas están situadas muy altas y son muy planas, con grandes superficies de sustentación muscular que acentúan la potencia de los músculos maseteros.


3.    Sistema óptimo de oclusión dentaria
Sobre este apartado me gustaría señalar las particularidades que presenta cada forma de oclusión.
Mordida en tijera: Sobre esta variedad podemos decir que es una mordida totalmente sana. Los incisivos superiores caen justo por delante de los inferiores, los caninos (colmillos) se cruzan bien “apretados”, pero no de forma que haya rozamiento que provoque desgaste. Los premolares y molares caen ajustados unos encima de los otros para poder romper huesos y moler en caso necesario. No hay contacto en ninguna de las piezas dentales. Este tipo de mordida funciona bien y no posee ninguna penalización genética.
Mordida tipo pinza: Para desarrollar esta mordida me gustaría citar unas palabras de Werner Kirschbaum*, en las cuales habla sobre como afecta esta mordida especialmente al Dogo argentino, pero las creo igualmente convenientes para nuestra raza, el Profesor Kirschbaum dice así: “Muchos dogueros prefieren la mordida en pinza, aduciendo su superioridad. Este es ya un concepto antiguo. Sostienen que la mordida en pinza es más firme y efectiva. La mordida en pinza produce un desgaste mayor de los incisivos y una destrucción acelerada de los mismos, dándole una vida mucho más corta. Finalmente, hoy en día, se ha comprobado, que la mordida en pinza es un prognatismo incipiente, con una firme base genética. Los criadores de las razas terriers, hace ya muchos años que vienen penando con su antigua mordida en pinza, promovida por los ingleses, para llegar a la mordida en tijera. Continuamente les aparecen perros con prognatismo e incisivos torcidos. Ellos se convencieron hace muchos años que la mordida en pinza no ofrece ninguna ventaja y resulta un inconveniente grave”.  
Me gustaría hacer un alto y comentar que si bien funcionalmente la mordida del tipo pinza no difiere en demasía de la tipo tijera, su penalización se debe tomar por dos fuertes razones; la primera es el desgaste que le produce a las piezas dentarias, y la segunda es la genética, ya que como se señala más arriba, la pinza es un prognatismo incipiente.

Prognatismo: Este tipo de oclusión se encuentra muy a menudo dentro del A.P.B.T. Se dice que este es un rasgo recesivo al ancestro de la raza, el Bulldog. Sobre esta mordida podemos referenciar que los caninos no se cruzan en perfecta tijera, sino que quedan separados en mayor o menor grado según sea de exagerado el adelantamiento de la mandíbula. Los premolares y molares de la mandíbula superior e inferior no se ajustan entre sí, con lo que la trituración de huesos y alimentos se torna más laboriosa.
También podemos agregar que el prognatismo se fomentó en sus principios (Ejemplo: Bulldog, Dogo de Bordeaux, etc.) pensando que al aumentar la longitud de la mandíbula inferior se desarrollaría el brazo de palanca y consecuentemente agrandaría la potencia de la mordida, no se dieron cuenta que con este tipo de selección no solo no se “alargaba” la mandíbula inferior, sino que se reducía el tamaño de la superior, y conllevaba problemas respiratorios (paladar blando, constricción nasal, estrechamiento de fosas nasales, reducción de la capacidad refrigeratoria del aire) y problemas con las piezas dentarias, que en general son de una calidad inferior y de menor tamaño, aparte la mala alineación de los premolares y molares les impiden masticar bien al no coincidir óptimamente los de arriba con los de abajo. Y no solamente eso, los caninos inferiores a veces están tan adelantados con respecto a los superiores que no pueden cumplir con su misión de hacer presa.
En si podemos decir que la mordida prognata cuando es leve (tijera invertida), al igual que la tipo pinza, no pierden eficacia funcional frente a la tipo tijera, ya que la diferencia real no es muy notable. Las faltas de estas mordidas subyacen en que la tipo pinza primero presenta un desgaste acelerado en los incisivos, y segundo una falta genética, ya que como se señala más arriba, la pinza es un prognatismo incipiente. Si hablamos del prognatismo podemos acordar que cuando se combina un prognatismo marcado, es decir que los incisos superiores quedan alineados con el canino inferior (caninos totalmente separados), y un hocico corto, si acordamos que va a ser una mandíbula potente (siempre y cuando sea profunda), pero por el otro lado se van a presentar inconvenientes respiratorios, aspecto fundamental para una raza que necesita “trabajar” acompañado de alta resistencia. Por suerte dentro de la población del Pit Bull Terrier no es del todo común encontrar casos que reúnan estas características, pero si esta habiendo varios casos de criadores que buscando una estética basada en sus gustos personales y no en fundamentos funcionales, están creando animales con hocicos de longitud media a corta, lo cuál reduce la capacidad funcional de la raza.
  
Enognatismo: Este sistema, es lo contrario del prognatismo, produce una mordida muy débil. Por esta razón es un sistema incorrecto en todas las razas, y particularmente en el A.P.B.T, es muy raro encontrar animales con esta oclusión

Algunos datos adicionales sobre la funcionalidad de las mordidas
En el perro, con respecto a la funcionalidad de la mordida, podemos considerar dos tipos básicos y muchos intermedios. Partiendo de la cabeza equilibrada (la que podríamos considerar normal), es decir la cabeza que tiene el hocico y el cráneo de más o menos la misma longitud, vemos dos tipos de maneras de aumentar el “daño” de la mordida.

Uno por presión y otro por desgarro

 (VER A PARTIR DE FOTO 6)



Por poner un ejemplo de cómo trabajan estas mordidas: uno apretaría, el otro cortaría, uno funcionaría como unos alicates, el otro como unas tijeras. Si nos agarraran del cuello (lo que espero nunca nos suceda) uno nos estrangularía, el otro nos rasgaría la yugular.

Conclusión; ¿Cómo debería de ser la mordida ideal del A.P.B.T.?
Luego de analizar las distintas variables que intervienen en el mecanismo de la mordida, debemos afirmar que para obtener una mordida de excelencia, eficaz y poderosa, tenemos que poseer un perro que cuente primero y principal con el deseo de realizar esta acción, sin ambición no hay acción. Como segundo termino, debemos encontrarnos con una cabeza que posea un sólido sistema óseo – cráneo ancho, hocico profundo, relación cráneo / hocico entre 1:1 – 3:2, una composición muscular potente, por lo cuál se debe notar una fuerte musculación en la cabeza (músculos maseteros y temporales), pero esta no debe ser exagerada. Una cabeza correctamente conformada en su estructura ósea va a requerir de una musculatura potente, pero no recargada, ya que del otro modo (sobre-musculada) se le estaría agregando un peso inútil. Y por último para la mordida ideal se requeriría de la oclusión del tipo tijera, ya que demuestra ser una mordida sana y que no  demuestra ninguna falta, aunque en este punto podemos ser más abiertos y admitir que un perro que posea buena conformación óseo / muscular, pero con una oclusión del tipo pinza o tijera inversa (prognatismo leve), también va a ser efectivo a la hora de presar, pero, como se dijo antes, estos tipos de mordidas (pinza, prognatismo) acarrean algunos problemas –pinza: desgaste acelerado de incisivos y relación genética cercana al prognatismo. Prognatismo: generalmente dentadura de calidad inferior, incorrecto acoplamiento de molares, y cuando es acompañado de hocico corto; problemas respiratorios-.  
  

Dos imágenes que nos muestran lo correcto (funcionalmente) y lo incorrecto. En la imagen 1 vemos una cabeza con una relación cráneo – hocico de 1:1, con un cráneo y hocico de excelente profundidad y relación. En el ejemplo 2 vemos a un animal con una relación cráneo – hocico desproporcionada (hocico corto), un cráneo con una musculatura excesiva y un hocico pobre en profundidad, lo que conlleva a un hocico débil.
Un buen ejemplo de lo que significa una cabeza potente. Vemos como los músculos maseteros sobresalen y llevan a que la cabeza sea de igual ancho sobre los ojos y debajo de estos.
El prognatismo es una tipo de mordida que presenta distintos grados de oclusión
Cráneo de A.P.B.T.

El primero es el seguido por los perros con cabeza tipo moloso o molosoide, de los cuales son algunas variantes representativas la del Rottweiler, el Dogo argentino, el Pit Bull Terrier, los dos Stafford y en general todos los molosos o molosoides no prognatos. Es una cabeza en la que se conserva la longitud del hocico, aunque en algunos existe la tendencia al acortamiento, y se aumenta el tamaño del cráneo. Con eso no se penalizan las capacidades respiratorias y olfativas inherentes al hocico de tamaño medio y se consigue aumentar la potencia de la mandíbula al aumentar la superficie de las inserciones óseas y la musculatura del cráneo con consecuencias de mayores tamaños de los maseteros y temporales. Es una mordida totalmente sana, de tipo tijera con pocas desviaciones de ella. No obstante estos perros no destacan en general por la longitud de sus dientes y sí por la gran base e implantación robusta que ellos tienen. Hacen daño por presión, no por desgarro.
Cráneo de Pastor Alemán

El otro tipo de cabeza “normal”, tipo lupoide y bracoide, corresponde a los Pastores Alemanes, Belgas, Dobermann, y en general a todos los tipos de perros de caza. Son perros con grandes capacidades olfativas y respiratorias. Hacen daño por desgarro, no tanto por presión. No fijan tanto la mordida, pero producen más daño “abierto”.
Cráneo de Saluki

Después nos vamos a cabezas más “extremas”:

Por un lado las cabezas de tipo alargado y estrecho, tipo graioide (lebreles). Con medianas capacidades olfativas y gran poder de dispersión del calor, pero con menos potencia de mordida.
Cráneo de Bóxer

Por otro las de hocico corto, con prognatismo. Estas cabezas corresponden a un diseño antinatural en los mamíferos; es decir: no se dan en mamíferos carnívoros en estado puro en libertad. Se ha intentado, y conseguido, por medio de la manipulación del hombre mejorar la potencia de la mordida a través prognatismo. Se ha logrado a costa de perder facultades respiratorias (por elongación del paladar blando, entre otras causas) y en consecuencia resistencia física y capacidades olfativas. Un ejemplo no excesivamente exagerado es el del Bóxer, el Bull Dog francés ya es más prognato y el Bull Dog inglés es el caso extremo de prognatismo. A estos tipos de mordida les suelen corresponder dientes débiles y bocas incompletas y en muchos casos supernumerarios y en casi siempre irregulares.
Cráneo moderno de Bull Terrier

Por supuesto hay muchos más ejemplos que poner de cada caso y de intermedios entre ellos:

El Bull Terrier es un ejemplo atípico que participa de los beneficios de ambos tipos de mordida, por presión y por desgarro. Tiene una gran y especial cabeza, de gran solidez ósea, aunque de músculos planos, lo que le da gran potencia y una boca muy bien armada debido al tamaño de los dientes.